Esta pequeña iglesia data del siglo VI. En aquellos tiempos las Baleares habían sido conquistadas por el ejército bizantino de Justiniano, emperador romano de Oriente que aspiraba a reconstruir el imperio romano de Occidente, en manos de los bárbaros.
Mide unos 22 por 10 m. y estaba orientada de este a oeste, pero en este caso consta de una sola nave a la cual se le han adosado un vestíbulo al norte, donde se sitúa la pila bautismal, semiesférica y construida con piedra seca, y un revestimiento exterior. Se le adosaron otras habitaciones en el lado sur, que se comunicaban con la cabecera.
Es Fornàs de Torelló destaca por conservar un mosaico pavimental de gran belleza, ya que el resto de sus estructuras arquitectónicas son muy pequeñas y débiles. Es el mosaico el que configura la compartimentación ritual del interior ofreciendo la estructura siguiente: la cela o cámara se halla decorada por motivos geométricos que enmarcan pequeñas aves como una referencia al paraíso y a la creación y que son de una tradición muy romana. Entre la nave de la cabecera tenemos un espacio decorado por las figuras de dos leones afrontados a una palmera, donde se han querido ver reminiscencias de tradición judía, comunidad muy floreciente en el Mahón de aquellos tiempos. Las figuras representan el poder de la muerte (los dos leones) y el árbol de la vida (la palmera). Finalmente, en la cabecera, el altar ocupaba el lugar central símbolo de la vida y abundancia, y a la cual están afrontados dos pavos reales que representan la resurrección.
Término municipal de Mahón.
En la carretera que conduce de Mahón a Sant Climent y poco después de pasar el desvío al aeropuerto, encontraremos un camino a la derecha donde veremos señalizados el yacimiento talayótico de Torrellonet Vell y la basílica de la cual nos ocupamos en este momento.